Porque cuando una marca confía en ti más que tú misma, pasan cosas increíbles
Si cuando me contactó Emma Colchón ya flotaba en una nube, lo de la Clínica López de María fue el subidón definitivo. En abril de 2024, pesando 78 kilos, recibí un mensaje para colaborar en TikTok con el programa Allurion. Y sí… me temblaron hasta las pestañas.
El 23 de abril nos plantamos en Málaga: mi marido, Estefanía (mi hija pequeña) y yo. Me esperaba el Dr. Alberto García en la Clínica Muelle Heredia, acompañado de Curro —el CEO de la clínica y quien gestiona las colaboraciones—. Ambos fueron un amor, me tranquilizaron desde el minuto uno, aunque yo seguía en shock pensando: “¿En serio me está pasando esto a mí?”
La colocación del balón fue rápida e indolora, aunque el tubito ese que une el balón con el suero se me hizo eterno (si has pasado por esto, sabes de lo que hablo). Me fui de allí hinchada como un globo, vomitando toda la noche y con espasmos… pero al día siguiente ya estábamos volviendo a casa y, poco a poco, fui remontando.
Fueron 4 meses con el balón, y 6 en total con el nutricionista. Hice directos, vídeos, contenido sincero y sin postureo. No quería saturar a mi comunidad, pero sí compartir cómo lo vivía.
No bajé el peso esperado (unos 10 kg en total), y aunque me dio un poco de pena, la clínica ya sabía que tengo SIBO (hidrógeno y metano), lo que probablemente frenó los resultados. Aun así, varias personas mostraron interés, ¡e incluso una se lo colocó por ver mi proceso! Estoy segura de que llegaron más personas gracias a lo que compartí, aunque no lo dijeran —porque ya sabemos cómo funciona esto de los créditos en redes—, pero me quedo tranquila con la conciencia de haber compartido algo real y auténtico. Y si, de alguna manera, eso les ha servido, pues es lo que cuenta.


No vendí un producto: conté mi proceso. Y eso, para mí, ya vale más que cualquier cifra
Y sí, como era de esperar, algún que otro mensaje anónimo llegó a la clínica intentando dejarme mal. Por suerte, Curro ya estaba advertido: en este mundillo, cuando creces, los haters vienen en el lote.
La clínica solo publicó la colocación, pero por mi parte fue una colaboración vivida al 100% y creo que con un impacto real. No todo fue perfecto, pero sí auténtico. Y con eso, me quedo más que satisfecha.
Porque sí, me cambió la vida. Ha pasado un año y no he vuelto a recuperar el peso que perdí. Pero más allá de los kilos, fue un antes y un después en mi autoestima, en mi forma de cuidarme y en cómo me relaciono con mi cuerpo.
Y a Curro… gracias. Por confiar en mí, por tratarme con respeto desde el minuto uno, por ser cercano, profesional, y por todo lo que significó esta experiencia. No lo olvidaré nunca.
Si estás pensando en ponerte el balón, te interesa el nuevo método con Wegovy o simplemente estás lista para dar un giro a tu vida…
No dudes en contactar con la Clínica López de María.
Yo no solo recomiendo el trato, recomiendo la experiencia completa. Porque cuando algo te cambia la vida, lo mínimo es compartirlo.